miércoles, diciembre 26, 2007

LAS CARTAS QUE NUNCA ENVIE



Hoy paseando por la calle de la memoria me encontré con muchas de las cartas de mi vida que nunca envié, no creí que fueran tantas pero en cada rincón de mi existencia, en cada cajón de mis recuerdos, en cada bote de basura de oportunidades desperdiciadas, desde cada alacena del corazón continuaban brotando miles y miles de cartas que nunca envié.

Tengo tantas cartas que nunca envié, tantas tantas tantas.... bueno, creo que se podrán dar una idea de la magnitud de dichos papeles plasmados de dolores, amores, pensamientos y alegrías que se almacenan cada minuto en mis cajones, se preguntaran que son estas cartas, pues básicamente son monólogos impresos en mi cabeza, son todas las cosas que nunca me atreví a decirle a la gente, son simples monólogos de todas las cosas que nunca fui, de todas las cosas que algún día pudieron ser.


Hoy, muchos años después de que comenzaran a brotar las ideas de mi cabeza, al voltear veo que todas esas cartas al pasar de los años han comenzado a cambiar de color, esas cartas que eran azules como el cielo después de la lluvia, o aquellas rojas de pasión, incluso las cartas blancas de inocencia, todas ellas ahora se han vuelto grises, algunas un poco rotas, muchas de ellas no se pueden leer debido al desgaste de la tinta de la palabra, pero a pesar de todo esto, las cartas siguen aquí.


De vez en cuando me pregunto que tan diferentes serian las cosas, como seria mi vida el día de hoy si hubiera dicho muchas de las cosas que nunca me atreví, si hubiera organizado mis palabras de forma diferente tal que en vez de haberlas plasmadas en estos viejos monólogos de mis memorias, tal vez hubieran podido encontrar el camino correcto desde mi corazón pasando por mi pecho, atravesando mi garganta hasta llegar al único lugar para el que estaban destinadas, tus oídos.


Al darme cuenta de la cantidad de posibilidades que cada uno de los seres humanos tiene, bueno, pues al pensar en esto, realmente da mucho miedo. Muchas veces me encuentro escribiendo en círculos, pasando por los jardines de mi infancia hasta llegar al columpio donde el niño que yo fui se cayó por primera vez.


Esta bien si estas confundido, eso quiere decir que hoy con lo que escribo de alguna manera pudiste encontrar el camino correcto a mi confusa, retorcida, intensa, amorosa, clara oscura, divertida, solitaria e impaciente mente, y que tal vez lo que escribo te afecte de alguna forma.


Antes le tenía mucho miedo a los fantasmas. Pero ahora creo que tengo una mayor empatía hacia ellos, como no tenerla, cuando el noventa por ciento del tiempo......


LOS FANTASMAS SOY YO.